Hay clubes que se niegan a ceder a sus jugadores para partidos como el de ayer. También hay futbolistas que se borran de ellos de buena o mala manera. Igualmente se cuentan los que comparecen y administran su esfuerzo. Y, por último, los que los aprovechan para reivindicar su valía y se emplean con el entusiasmo y la alegría de los aficionados, movilizados para pedir la oficialidad de su selección …
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