Ataviadas con sus indumentarias góticas e incluidas en un viaje oficial, el impacto de la foto de las hijas de Zapatero, que circula libremente por la red, fue colosal
Siempre se habla de la compleja situación en la que se quedan los presidentes del Gobierno una vez que abandonan el poder y regresan al mundanal ruido. Adaptarse al medio, perder los privilegios y buscarse la vida de diferente manera no suele resultar demasiado fácil.
Beatriz Cortazar publica un largo y detallado reportaje en ABC, donde explica que durante el mandato de Adolfo Súarez se abrieron las puertas de La Moncloa a la prensa y hasta hubo posados para la revista «Hola».
LOS SUÁREZ
Sin embargo y con la salvedad del primogénito, Adolfo (casado con la hija del ganadero Samuel Flores), que en su momento fue candidato del Partido Popular de Castilla-La Mancha, el resto de lo hermanos siguen una vida más discreta.
LOS CALVO SOTELO
En cuanto a los hijos de Calvo Sotelo, su breve paso por Moncloa sí sirvió para despertar las inquietudes políticas de cinco de los ocho hermanos y uno de ellos llegó a ser alcalde de Castropol (Asturias). Sin embargo, mediáticamente son los que menos han interesado, aunque este apellido ya tenía su historia antes de ocupar la presidencia del Gobierno.
LOS GONZÁLEZ
Una de las luchas del matrimonio González durante su paso por La Moncloa fue justamente que sus hijos no fueran pasto de los medios. Tampoco los chicos estaban por la labor de apuntarse a la foto, de ahí que su único interés fuera que les dejaran tranquilos y al margen de las victorias o derrotas de su progenitor.
Los gestos contrariados de los dos mayores, Pablo y David, cada vez que un reportero les sacaba por la calle, eran la mejor expresión de la poca gracia que les hacía convertirse en protagonistas de la noticia. En aquellos años lucían melenas hasta la cintura y ya apuntaban maneras hacia cuál podría ser su futuro. Hoy, los pronósticos no se equivocaron.
LOS AZNAR
Otro perfil es el de los hijos de José María Aznar y Ana Botella. También dos varones y una niña y, también, tres críos cuando su padre llegó a la presidencia del Gobierno. Su relación con los medios ha sido bastante más relajada que la de los González. No conceden entrevistas, pero tampoco huyen despavoridos.
Eso sí, el mandato de Aznar quedará marcado por los fastos que se vivieron en la boda de su hija Ana con Alejandro Agag, en 2002. Aquello fue un despliegue mediático sin igual, y una factura que le salió cara en la carrera del entonces presidente del Gobierno.
De los tres, es el mayor, José María, el que menos tirón mediático tiene, seguramente porque ha pasado ocho años trabajando en Estados Unidos y ya se sabe que la distancia es el olvido.
LAS HIJAS DE ZAPATERO
De poco le valió al presidente Zapatero acogerse a la Ley del Menor para impedir que sus hijas aparecieran retratadas en los medios.
Aunque en un primer momento paró el golpe tras ver un reportaje de sus niñas durante un verano en Lanzarote, que publicó la revista «Diez Minutos» y despertó sus iras, hoy sus dos hijas son objeto de todo tipo de comentarios a raíz de la imagen que se conoció durante la visita del presidente a Estados Unidos, en las que aparecían junto a la familia Obama.
Ataviadas con sus indumentarias góticas e incluidas en un viaje oficial, el impacto de esa foto que circula libremente por la red fue colosal. Desde entonces, todo son rumores sobre los problemas del presidente con sus niñas y hasta se dice que serán los motivos familiares lo que más pese en su decisión de salir de La Moncloa.
Laura y Alba son dos estudiantes adolescentes de estilo alternativo, que no cuentan con unos expedientes brillantes, pero sí con un montón de aliados en las redes sociales donde aparecen fotografías y testimonios de sus viajes, salidas y amistades.
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