El presidente de la Generalitat y secretario general de CDC, Artur Mas, ha alertado este sábado de la gravedad de las arcas de la Administración catalana, destacando que la situación es «claramente peor que los peores pronósticos» que manejaban.
En el discurso que ha clausurado el primer Consejo Nacional que Convergència celebra desde las elecciones catalanas, ha advertido así de que el paquete de deuda y déficit de la Generalitat es mayor de lo que se podía imaginar y que supera los «peores» escenarios que habían dibujado.
Aunque considera que la herencia que han recibido es «dura y hasta incómoda en muchos sentidos», Mas ha añadido que aparcará las quejas y las lamentaciones para dedicarse a intentar levantar Cataluña económicamente durante su mandato.
Sin embargo, ha emplazado a Cataluña a tomar conciencia de las dificultades económicas para entender algunas de las decisiones que deberá tomar los próximos meses y cuando presente el presupuesto de la Generalitat de 2011.
«Hay que hacer sacrificios para enderezar la situación financiera de la Generalitat. Serán tiempos difíciles y duros, pero pido al partido que sepa explicar la necesidad de estos sacrificios para recoger los frutos más adelante», ha reclamado.
Como ejemplo de los sacrificios que deberán hacerse ha sido, según Mas, el referéndum que los trabajadores de Nissan celebraron, y en el que se aprobó rebajarse el sueldo a cambio de hacerse con la producción de la ‘pick-up’ de la firma automovilística.
Según Mas, estas actitudes van en la «buena línea» y demuestran que, pese a los sacrificios que deben hacer, hay conciencia de la gravedad de la situación económica
Por ello, se ha propuesta inyectar una dosis de «confianza e ilusión» para recuperar la autoestima y el ánimo de los catalanes durante los próximos años.
