La factura no es nada despreciable. Las eternas horas en quirófano, el impacto de la vida laboral en la estabilidad familiar, la percepción de que se han podido cometer errores en el quirófano, la elevada demanda social, el abuso de alcohol y otras sustancias y no pedir ayuda son algunos de los factores que se esconden detrás de las ideas suicidas que albergan algunos cirujanos … Así lo cree un equipo de científicos de la Clínica Mayo, en Rochester (EEUU), tras publicar un artículo especial en la revista Lea el artículo completo en www.elmundo.es