Budista, vegetariano -aunque come también pescado-, autoritario e intratable, casado y padre de cuatro hijos, fue dado en adopción por sus padres, dos jóvenes licenciados de la Universidad de Wisconsin
Desde el lugar desconocido donde cuida de su maltrecha salud, Steve Jobs, co-fundador de Apple en 1976, habrá visto con alivio cómo ha soportado la empresa el terremoto de su partida y su sustitución temporal por su lugarteniente Tim Cook…
Las cosas, de momento, van viento en popa para Apple, que en abril pasado superó a su eterno rival, Microsoft, y se colocó como la segunda compañía del mundo por capitalización bursátil, con un valor de 232.000 millones de euros, solo por detrás del gigante petrolero Exxon…
Y todo gracias a Jobs. Expulsado de la que era su casa en 1985 y repescado en 1997, en poco más de diez años ha conseguido el milagro: colocar a Apple en la cima y hacer de ella una de las empresas punteras del mundo en innovación…
Un logro más de esta especie de rey Midas moderno que solo cobra un dólar simbólico al año, y ha convertido en oro casi todo lo que ha tocado…
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