El sindicato de funcionarios CSI-F lamentó este viernes que un tema tan importante como la reforma del sistema de pensiones «haya sido objeto de mercadeo y ocultismo entre las partes». Para esta organización, «se está perdiendo una oportunidad insustituible para poner las bases de una reforma del sistema de pensiones efectiva, satisfactoria y real para todos».
En este sentido, CSI-F criticó que la reforma no aborde la opción de una jubilación flexible que reconozca el derecho de un trabajador a que, cuando haya cotizado un número significativo de años, pueda jubilarse sin merma económica independientemente de su edad.
CSI-F afirmó, además, que el aumento del periodo de cálculo de la prestación de los 15 a los 25 años «empobrece a los futuros jubilados», ya que «los vuelve a hacer pagar la desastrosa gestión actual de las Administraciones Públicas a los trabajadores en el futuro».
La reforma aprobada por el Gobierno, añadió, «retrasa el derecho de la jubilación anticipada, con la consiguiente repercusión en el acceso de los jóvenes al trabajo a través de los contratos de relevos y con una carga añadida a determinados colectivos que demandaban esta opción. No hay constancia de que aborden las prejubilaciones escandalosas que en muchos casos con dinero público abordan, bancos, cajas de ahorros y grandes empresas», señaló.
Este sindicato entiende, asimismo, que las jubilaciones no contributivas deberían de ser financiadas vía presupuestos generales del Estado, no a través de las cotizaciones de los trabajadores.
Con la alta tasa de paro entre los jóvenes españoles, unido a la prolongación de la edad de jubilación y a los años necesarios para llegar a la percepción completa de una jubilación económicamente ya mermada, esta reforma «obligará a una gran parte de esta población a acudir a los planes de pensiones de las entidades financieras, si quieren tener una jubilación digna».
Por último, criticó que tampoco se aborden las jubilaciones de los políticos, «perpetuando el que haya ciudadanos de primera y de segunda». «Mientras no se aborden los grandes problemas que generan el déficit público de las Administraciones Públicas todas las medidas que se adopten serán al final ineficaces», concluyó.
