Rubén o las dos caras de la sospecha

Él estaba en las quinielas de sospechosos, y lo sabía. Pero eso no le borró la sonrisa. La culpa no le corroía, o al menos lo disimulaba. Se prestó a hablar con periodistas, permitió que sus colegas de juergas grabaran las carcajadas y mofas típicas de un adolescente desgarbado e incluso bromeaba con su culpabilidad cuando alguien en tono jocoso indirectamente lo llamaba asesino … Rubén, de 17 años, comenzó el jueves a escribir las primeras páginas de su nueva vida. Una nueva existencia que, según la Guardia Civil, nació cuando presuntamente acabó con la vida de María Esther destrozándole el cráneo con una piedra por supuestamente no acceder a sus pretensiones sexuales …

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