Entre 150 y 200 médicos valencianos han mostrado recientemente su disposición a abandonar las soleadas tierras de la región a cambio de un puesto más estable y mejor salario en la cuenca del Rin.
El Gobierno alemán ha anunciado que necesita unos 3.000 médicos en la red Eures, una cifra a la que probablemente le cueste llegar solo con los alemanes del Este.
«En esta región se produce un efecto carrusel. Los puestos alemanes son cubiertos por los médicos de la ex República Democrática, que a su vez son demandados por facultativos de la República Checa y estos, a su vez, por búlgaros o húngaros», explica Miguel Ángel García, secretario de estudios profesionales de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
Por esta razón, resulta curioso que Alemania busque españoles, sobre todo cuando tienen que acreditar un dominio del idioma (al menos B1 o B2), según está legislado por directiva europea.
Lea el artículo completo en www.cincodias.com

