En Viva mi dueño, Valle Inclán retrata a la corte de Isabel II de manera inclemente, acompañada «con sus frailes, sus togados, sus validos, sus héroes bufos, y sus payasos trágicos». Ya andaba herido el escritor gallego de esquirlas de esperpento, y usaba del oxímoron (payaso trágico) para insistir en ese desastre patrio que, esperando el momento de narrar su drama, arreglaba primero cuentas con la farsa …
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