La cruzada emprendida por la canciller alemana, Angela Merkel, para que los países del euro liguen las subidas de los salarios a la productividad, en lugar de vincularlas a la inflación, se está convirtiendo en una misión imposible … Frente a la flexibilidad absoluta que rige en la economía alemana a la hora de fijar los salarios, el resto de los países aplican modelos en los que, de una manera u otra, la evolución de los precios se mantiene presente …
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