La portavoz de ICV en el Congreso de los Diputados, Nuria Buenaventura, ha preguntado al Gobierno si la central nuclear de Cofrentes ofrece garantías de seguridad, tras haber sido asaltada hace unos días por activistas de Greenpeace, que entraron en sus instalaciones.
Cofrentes es una de las centrales que mayor número de fallos viene registrando, indica la diputada. Por ello, quiere saber si el Gobierno tiene previsto prorrogar su licencia de explotación, que expira el próximo 19 de marzo, y si entiende que el estado de conservación de la central es el adecuado para una instalación crítica.
Además, quiere saber si el Ejecutivo considera que si la finalidad de los activistas no hubiera sido exclusivamente pacífica, �hubiera acontecido un grave problema para la seguridad de la instalación�.
El pasado 15 de febrero, una veintena de activistas de Greenpeace llevaron a cabo una acción pacífica para solicitar el cierre de la central nuclear valenciana de Cofrentes, cuyo permiso de explotación vence el próximo 19 de marzo.
Tras realizar una pintada con el mensaje �Peligro Nuclear� en una de las chimeneas principales, 16 de los activistas fueron detenidos por la Guardia Civil.
La diputada de ICV afirma que la central nuclear de Cofrentes cuenta con un interminable listado de fallos y problemas de seguridad sin resolver, lo que evidencia, según los ecologistas, el agotamiento de su vida útil.
Por ejemplo, el pasado 7 de febrero sufrió un fallo en la apertura de la válvula del circuito de seguridad, menciona la diputada en su argumentación.
Este tipo de fallos, agrega, se ha repetido sistemáticamente en los últimos años, lo que ha provocado la declaración de continuas prealertas de emergencia, y a pesar de las inspecciones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el problema sigue sin poder resolverse.
