Llega de Libia un vuelo con seis viajeros que aseguran que el aeropuerto de Trípoli es un caos

Llega de Libia un vuelo con seis viajeros que aseguran que el aeropuerto de Trípoli es un caos
. EFE/Archivo

El vuelo regular de Lybian Airlines procedente de Trípoli ha aterrizado a las 15:30 horas de hoy en Barajas con sólo seis pasajeros que han calificado de caos la situación en el aeropuerto de la capital de Libia, ya que hay miles de personas tratando de abandonar el país.

Además, a las 18:10 horas está previsto que aterrice en Madrid otro vuelo procedente de Trípoli, que ha sido fletado por la compañía Repsol para evacuar a sus trabajadores del país, en el que también viaja el gallego Pablo Prieto, el seleccionador de fútbol sala en Libia.

Entre los seis pasajeros que han podido abandonar el país en el vuelo de Lybian Airlines se encontraba el arquitecto Carlos Domínguez, venezolano con nacionalidad española, que trabaja en la reconstrucción del campus de la universidad de Trípoli.

Ha relatado lo difícil que es entrar en el aeropuerto de la capital libia, donde la gente duerme en la calle a la espera de poder conseguir un billete, aunque ha reconocido que la situación hoy, miércoles, había mejorado respecto al martes.

Él consiguió su pasaje a través de una agencia de viajes de conocidos y decidió emprender el viaje por su cuenta, a pesar de que «a las 7:30 de la mañana de hoy me llamó la Embajada para decirme que venía un avión militar, pero este nunca llegó».

Según Domínguez, que lleva más de dos años en Trípoli, desde el discurso de ayer del líder libio Muamar el Gadafi, «todo cambió. La gente empezó a manifestarse para expresar su apoyo al régimen e incluso las pintadas que había en contra fueron borradas».

«Es como si no hubiera pasado nada», explicó y detalló que «te das cuenta de que ha habido revueltas porque hay cosas quemadas, pero han eliminado muchas de las protestas».

Carlos Domínguez explicó también que sus conocidos libios vivieron el discurso de ayer con mucha frustración y aseguró que la población «no sabe nada de la represión».

Según dijo, los extranjeros sólo se pueden informar a través del canal de Al Jazira en inglés, mientras que el que emite en árabe esta cortado, aunque dijo que «tienen trucos para poder verlo».

Domínguez ha asegurado que él no vio bombardeos sobre Trípoli, aunque «si tiros y metralla, mezclada con fuegos artificiales, porque la gente se confunde y no sabe si están celebrando o qué hacen».

Reconoció que hay miedo entre la población libia, pero recordó que «siempre lo ha habido. Tengo amigos desde hace dos años a los que no he oído hablar de la situación en el país hasta esta semana» y expresó su preocupación por el futuro, ya que dijo que «la parte mala es que la gente ya dio la cara y echarse para atrás es lo que les va a costar».

También expresó sus dudas sobre el resultado de las revueltas un ciudadano libio, nacionalizado español, que se encontraba en Trípoli de vacaciones y que logró abandonar el país en el avión de Lybian Airways.

No quiso facilitar su identidad y se limitó a confirmar que el aeropuerto de la capital está «hasta arriba de gente y no se puede ni entrar por las puertas».

«Hay como unas 5.000 personas tratando de entrar al aeropuerto para conseguir un pasaje», explicó otro de los seis viajeros del avión, de nacionalidad venezolana, que manifestó la inquietud con que viven los extranjeros la situación en el país al no poder comunicar con sus familiares para tranquilizarles sobre su estado.

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