Hasta que lo despidieron hace un mes, René Conde tenía una jornada de 17 horas diarias, que aumentaban a 20 los fines de semana, por 800 euros al mes y sin contrato. Boliviano, de 40 años y padre de cuatro chicos, trabajaba en el servicio doméstico para una familia adinerada de Madrid. Hacía de todo: planchado, costura, calzado, recados, carpintería, cocina, limpieza, fontanería …
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