Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades egipcias que garanticen la protección a las familias de los fallecidos durante las recientes manifestaciones antigubernamentales ante cualquier tipo de represalia o intimidación que puedan ejercer sobre ellos las mismas fuerzas de seguridad a las que denuncian.
La organización asegura que, según los informes que tiene en su poder, las fuerzas de seguridad egipcias están aterrorizando a las familias de las víctimas para impedir que denuncien ante los tribunales su presunto abuso de la fuerza aplicado durante los disturbios.
«Las autoridades egipcias deben hacer ahora todo lo posible para proteger a los individuos y a sus familias que se han enfrentado a la amenaza de represalias por parte de las fuerzas de seguridad», explicó el subdirector de AI para Oriente Próximo y Norte de Africa, Philip Luther.
«Las autoridades», prosigue, deberán por lo tanto «adoptar medidas especiales para facilitar la tarea de los encargados de determinar qué sucedió (en los disturbios) y quienes deberían rendir cuentas».
Entre los casos, se destaca el del estudiante alejandrino Mohamed Mostafa Abdoy El Sayed, muerto el pasado mes de enero por los disparos de las fuerzas de seguridad, según miembros de su familia, quienes se han visto hostigados por un agente de Policía –que presionó a la familia para que aceptara una compensación financiera en lugar de seguir con el proceso judicial– y por «una banda de matones».
La familia de El Sayed «debe recibir justicia, no intimidación», indicó Luther, quien recuerda que Egipto es estado miembro de la Alianza Internacional de Derechos Políticos y Civiles y, como tal, las autoridades deben enviar «una clara señal» a la población de que «ya no tienen que temer amenazas de las fuerzas de seguridad».
«Si las autoridades egipcias van en serio sobre sus intenciones de reformar los Derechos Humanos, el régimen de terror de las fuerzas de seguridad deben terminar», sentenció Luther.
