El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este viernes, con el voto favorable del PP y el rechazo de PSOE e Izquierda Unida, el Reglamento de Régimen Interior y los Estatutos de los Centros Municipales de Mayores, cuyo objetivo es dotar a estos equipamientos de una normativa que ayude a su ordenado funcionamiento y evitar conflictos que pueden surgir por la convivencia diaria.
«La red, compuesta de 85 centros de mayores, necesita una normativa que regule las relaciones entre los 270.000 socios, así como su participación en las diferentes actividades y servicios», afirmó la delegada de Familia y Servicios Sociales, Concepción Dancausa.
El nuevo reglamento permite todos los juegos en los centros de mayores, pero no apostar dinero. También impide en términos generales el consumo de comidas y bebidas no adquiridas en el propio centro, aunque contempla excepciones.
Respecto a excursiones y viajes, los socios deciden cuáles son las propuestas que más les interesan, pero el Ayuntamiento vigilará que se realicen con la transparencia, la objetividad, la igualdad de acceso y la publicidad para encontrar las mejores ofertas, evitar favoritismos y garantizar la seguridad.
Los Estatutos especifican los objetivos de los centros y regulan el acceso a la condición de socio, sus derechos y responsabilidades y los órganos de participación y representación de los mismos: Asamblea General de Socios, Junta Directiva, Presidencia, Vicepresidencia y Vocalías. Asimismo, se regulan las elecciones a Junta Directiva, cuyo mandato se amplía de dos a cuatro años, y se especifica la financiación de las actividades en los centros.
Dancausa indicó que los usuarios de los centros valoran con un 8,6 sobre 10 las actividades que se ofrecen en ellos y el 98,8% las recomendaría a otras personas, en especial las que aúnan salud y diversión.
La concejala de Izquierda Unida Milagros Hernández denunció el «intervencionismo» del Equipo de Gobierno en estos centros y añadió que los mismos deben ser espacios más abiertos y democráticos.
Hernández consideró igualmente que los mayores deben elegir el centro al que quieren acudir no porque les corresponda, sino por cercanía, y exigió criterios de paridad y de antigüedad para presentarse a las juntas directivas.
Por su parte, la concejala socialista Carmen Sánchez Carazo señaló que el objeto de estos documentos no es otro que reducir las escasas competencias de los socios y sus representantes y acusó al Consistorio de pretender que los mayores «obedezcan y obedezcan».
Sánchez Carazo insistió en que se restringe la participación ciudadana, queriendo convertir los centros en «guarderías para personas mayores, dóciles ciudadanos que aplaudan, asientan y no molesten».
Dancausa pidió a la oposición «coherencia» y que no haga demagogia y aseguró que el Ayuntamiento seguirá trabajando para mejorar las expectativas de los usuarios que no están satisfechos.
