Hay algo reconfortante en los rituales. Por eso, cuando la última modelo de Dior desaparecía en las sombras de la pasarela, se producía un momento de comunión. Cuatro veces al año -desde hace 15-, la industria de la moda se preparaba para sonreír. ¿Qué disfraz habría inventado esa vez John Galliano para salir a saludar? Le vimos de pirata, de Napoleón o de torero …
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