Los jugadores del Betis intuyeron que pasaba algo raro cuando el jefe de los servicios médicos, Tomás Calero, los reunió a todos en los vestuarios del estadio Villamarín: «Debo deciros que Miki tiene un tumor maligno en la pelvis y ha de ser operado. Somos optimistas, pero, de momento, tiene que dejar el fútbol» …
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