Si el primer vuelo experimental del X-37B, un pequeño transbordador espacial automático, suscitó rumores y sospechas dado el secretismo que rodea su desarrollo, el segundo lanzamiento, hace unos días, confirma la vitalidad de este programa militar estadounidense que sigue rodeado de misterio. El X-37-B fue lanzado el pasado viernes desde la base espacial de Florida con un cohete Atlas 5 y, según la poca información que han proporcionado los responsables de la Fuerza Aérea de EE UU, el objetivo de la misión es ensayar nuevas tecnologías relacionadas con vehículos espaciales …
Lea el artículo completo en www.elpais.es