Japón. El accidente nuclear de Fukushima es el más grave tras el de Chernobil, según Ecologistas en Acción

El accidente nuclear de la central de Fukushima (Japón) en una de las réplicas del terremoto y posterior tsunami de ayer soliviantó este sábado a las organizaciones ecologistas, hasta el punto de que Ecologistas en Acción afirmó que se trata del suceso más grave tras el de Chernobil (Ucrania), ocurrido en 1986.

Ecologistas en Acción calificó de «gravísima» la situación de la central de Fukushima, cuya explosión en el reactor número 1 ha provocado el escape de radiactividad mientras los operarios trabajan para enfriar el núcleo del reactor 2.

«La situación no puede ser más grave porque se está luchando para enfriar los reactores pero no está garantizado que se consiga mantener la reacción nuclear bajo control», apuntó.

Además, Ecologistas en Acción subrayó que la labor de los trabajadores se complica porque «el nivel de radiactividad se ha multiplicado por 1.000 en la sala de control», por lo que «pueden estar recibiendo dosis radiactivas por encima del nivel permitido, lo que aumentará el estrés y la posibilidad de cometer errores».

Esta organización advirtió de que si no se enfrían los dos reactores en las próximas horas, «las consecuencias podrían ser catastróficas», cuando ha sido necesario evacuar a unas 46.000 personas de un radio de unos 20 kilómetros en torno a la central.

Por su parte, el director de la Campaña de Energía Nuclear de Greenpeace Internacional, Jan Beranek, subrayó que «cualquier cantidad de radiación que se libere a la atmósfera pone en riesgo la salud de las personas de la zona, la salud pública y el medio ambiente».

«Tanto en el caso de que se haya producido una fuga en la central nuclear de Fukushima como si se ha forzado deliberadamente el escape, el hecho de que se hayan vertido a la atmósfera gases contaminados radiactivamente procedentes del reactor implica que han fallado claramente las medidas de protección física diseñadas para aislar la radiactividad del medio ambiente», explicó.

Beranek se preguntó «cuántos avisos más necesita sufrir la gente antes de que entendamos que los reactores nucleares son intrínsecamente peligrosos» y criticó que «la industria nuclear» defienda que este tipo de accidentes «no pueden pasar con reactores modernos». «Hoy Japón está en medio de una crisis de consecuencias potencialmente devastadoras por culpa de la energía nuclear», apostilló.

Greenpeace hizo un llamamiento para que se cierren de forma organizada pero urgente las centrales nucleares existentes y para que no se construyan nuevos reactores y los Gobiernos inviertan en energías renovables, que, según añadió, «además de ser medioambientalmente sostenibles, son las más baratas y las más seguras».

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