Japón realizará apagones programados

El primer ministro de Japón, Naoto Kan, ha afirmado este domingo que confía en que se superará la situación provocada por el terremoto y el posterior tsunami del viernes pasado, aunque es, a su juicio, «la peor» que ha sufrido el país desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

«Esta es la peor crisis de nuestra historia posterior a la guerra», ha declarado en una rueda de prensa, según informa la agencia de noticias Kiodo. «Ahora todos los japoneses estamos a prueba para ver si podemos superar la crisis, y estoy seguro de que podremos superar esta crisis», ha subrayado.

Por otro lado, ha asegurado en una rueda de prensa que la crisis nuclear generada en el noreste del país no es comparable al desastre que ocurrió en la ciudad ucraniana de Chernobil en 1986. «Se ha liberado radiación al aire, pero no hay ningún dato que apunte a que se haya liberado una gran cantidad», ha declarado Kan, citado por la agencia de noticias Jiji.

«Esto es totalmente diferente al accidente de Chernobil. Estamos trabajando para impedir que los daños se extiendan», ha añadido. Un problema en un reactor de la central nuclear de Chernobil y varias explosiones posteriores causaron en 1986 un grave desastre medioambiental y la muerte de unas 4.000 personas, según algunas estimaciones.

REACTORES SOBRECALENTADOS

Las autoridades japonesas están intentando desesperadamente evitar que las barras de combustible de los reactores atómicos dañados se sobrecalienten, porque esto podría provocar que el contenedor que aloja el núcleo se fusione o incluso explote, liberando material radiactivo al exterior.

El principal objetivo es controlar los reactores sobrecalentados de la central nuclear Fukushima 1 (en la prefectura del mismo nombre), para lo que se ha inyectado en ellos agua de mar y se ha reducido la presión interior.

El portavoz principal del Gobierno, Yukio Edano, ha informado en una rueda de prensa de que el núcleo del reactor número 3 de la planta podría haberse deformado por el calor, pero ha dejado claro que esto no constituye una situación crítica.

Las autoridades han establecido una zona de exclusión de 20 kilómetros a la redonda desde la central de Fukushima 1 y de 10 kilómetros desde otras instalaciones atómicas cercanas. Unas 140.000 personas han sido evacuadas, pero cuando los niveles de radiación aumentaron había 190 personas en un radio de 10 kilómetros, y 22 de ellas han resultado contaminadas.

Japón, la tercera potencia económica mundial, está intentando responder a una catástrofe de proporciones épicas que ha dejado sin agua corriente a 1,4 millones de personas y a casi dos millones sin electricidad y ha hecho que ciudades enteras hayan sido borradas del mapa.

Además, la Policía de la prefectura de Miyagi ha dicho que el número de muertos podría ascender a más de 10.000. Según la agencia Kiodo, unas 300.000 personas han sido evacuadas en todo el país, y muchas de ellas se alojan ahora en refugios.

APAGONES PROGRAMADOS

El primer ministro ha anunciado que ha aprobado que se realicen apagones programados a partir de este lunes para evitar problemas graves en el suministro de electricidad como consecuencia del terremoto y el tsunami. Esta es la primera vez en la historia de Japón que se decide realizar apagones selectivos y rotatorios.

Previamente, el ministro de Economía, Comercio e Industria, Banri Kaieda, había adelantado que la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio y la Compañía de Energía Eléctrica de Tohoku podrían empezar a aplicar esa medida porque, a partir del lunes, habrá una «alta probabilidad» de que las zonas cubiertas por estas empresas sufran «escasez en el suministro eléctrico».

Luego, Edano repitió las declaraciones de Kaieda y pidió a los ciudadanos que viven en las zonas afectadas que hagan lo posible por reducir el consumo de electricidad. El ministro de Economía, por su parte, instó a las empresas y comercios a minimizar el uso de electricidad.

El portavoz del Ejecutivo ha indicado que éste utilizará este mes sus fondos de contingencia –unos 2.000 millones de yenes (1.757 millones de euros)– para financiar las medidas de ayuda a los damnificados, en lugar elaborar un presupuesto suplementario, como pedían algunos diputados de la oposición.

«Vamos a sufrir un impacto importante en nuestras actividades económicas», ha reconocido Edano. Este terremoto es el quinto más fuerte registrado en el mundo en el último siglo, y ha superado al seísmo de Kanto (este de Japón) de 1923, que tuvo una magnitud de 7,9 grados y causó más de 140.000 muertes.

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