Enrique Cerezo abandonó anoche el Calderón con un enfado monumental. Bajó al vestuario, como hace siempre, y cuando salió apenas intercambió palabras con nadie … Los miembros de la junta directiva del Madrid llegaron juntos en un autocar, como si vinieran de excursión, reforzados por Valdano y Pardeza. La pitada que les dispensaron en los aledaños de la puerta cero tuvo menos decibelios que la que recibió Florentino cuando apareció en su coche …
Lea el artículo completo en www.as.com