La intervención militar en Libia comenzó por su urgencia como una «coalición de voluntades», pero ni la OTAN ni la Unión Europea consiguieron ofrecer un mando estructurado a una operación que podría durar semanas. La UE confirmó su fuera de juego con una reunión de ministros de Exteriores, que decidió concentrarse en sanciones financieras al régimen de Gadafi y ayuda humanitaria a la población civil …
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