Larga vida a San Borondón

ERA la octava isla canaria. Su leyenda, cual bizcocho en el horno, se fue ensanchando a lo largo de los siglos. Algunos llegaron a asegurar que la arena de sus playas estaba mezclada con diminutos granos de oro puro, que las piedras preciosas brillaban por encima de los rayos del sol … Antiguamente existía la creencia de que en el abismo del Atlántico se encontraban unas islas llamadas «de los bienaventurados». Los más grandes escribieron sobre ello: Herodoto, Hesiodo, Estrabón, Plauto, o el «atlante» Platón …

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