A falta de pie y cabeza para poner la pelota en la red, al Barça le alcanzó ayer con las manos de Piqué y Valdés para ganar un partido que masticó y decantó con autoridad, tal y como demandaba la jornada y se exigía el líder. La derrota del Madrid en el Bernabéu alimentó la voracidad del Barça. Los azulgrana nunca especularon con el resultado ni con la ventaja en la clasificación a falta de ocho jornadas, sino que jugaron como si anoche se cerrara la Liga …
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