Japón tuvo este jueves una de esas pesadillas recurrentes que dejan el cuerpo descompuesto. A las 23.32 horas, los edificios de la mitad norte del país, incluida Tokio, empezaron a temblar: un terremoto de 7,1 grados acababa de golpear de nuevo la costa noreste del país, con su epicentro situado casi en el mismo punto que el del 11 de marzo …
Lea el artículo completo en www.publico.es