Dar un concierto durante el franquismo era algo similar a desembarcar en Normandía con una pistola y tres balas. No debía ser fácil abordar un recital cuando un administrativo del Gobierno ponía el sello de «censurado» en casi todas las canciones que iba a tocar un músico. Eso le ocurrió a Marina Rossell a mediados de los setenta, teloneando a Ovidi Montllor en Tortosa …
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