La penitencia de una apostasía

El bautismo no es como un medicamento, que, por ley, viene acompañado de un prospecto que avisa de sus efectos secundarios. Ysidro Pérez, leonés de 66 años, lo lleva grabado en su mente desde que, el 25 de enero de 1999, se puso en contacto con el Obispado de Astorga (León) para intentar apostatar. «Habiendo abandonado toda religión y por haber dejado de ser creyente, suplico al obispado que dé por presentado este escrito, se sirva en admitirlo y dé por formulada mi declaración de apostasía», escribió hace 12 años …

Lea el artículo completo en www.publico.es

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído