En otoño de 2006, María volvió a Tetuán. Esta vez, vio cosas que no había visto antes. No es que la ciudad donde vivió su abuelo 30 años y donde nació su madre hubiera cambiado. Todo seguía más o menos igual que en sus otras visitas. Quien había cambiado era ella. «Iba con ojos de buscar otra cosa», recuerda …
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