El Barcelona sacó ayer un resultado estupendo de un partido en el que mostró trabajo y oficio y en el que apenas dejó rastro de su fútbol rutilante. Utilizó Guardiola la visita de Osasuna, que anoche plantó cara al líder y a punto estuvo de ponerlo en un apuro, para gestionar a una plantilla mermada físicamente tras disputar la final de Copa hasta la prórroga …
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