Es muy embarazoso subirse a un barco lleno de combatientes rebeldes con 39 horas de navegación por delante hasta Misrata y que uno de ellos mencione en voz alta que a los suyos los está matando Gadafi con bombas de fabricación española … La mitad de los treinta jóvenes libios embarcados para ir a pelear a esa ciudad, el frente más feroz de esta guerra tras ocho semanas bajo asedio, también tienen la misión de saber qué ha sido de sus familiares …
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