La fama precede al Príncipe Enrique y en una ocasión tan especial como la boda de su único hermano no podía ser menos. El padrino del novio aprovechó la cena posterior a la boda, más íntima, con «sólo» 300 invitados, para dar rienda suelta a su vis cómica, aunque no a todos les hizo mucha gracia … Según recoge la publicación inglesa «Mail Online», la expectación que se generó en torno a los posibles discursos tanto del hermano como del padre del novio no defraudó …
Lea el artículo completo en www.abc.es