Fue la crónica de un lamento general y la indignación. Todos los jugadores y el segundo técnico blanco -Aitor Karanka- estaban profundamente «indignados por otra labor arbitral en contra», claramente perjudicial para sus intereses … El rosario de quejas está basado esta vez en una jugada a los tres minutos del segundo tiempo, cuando Gonzalo Higuaín rompió el empate a cero con una gran definición, pero el árbitro belga Frank De Bleeckere lo invalidó por una supuesta falta de Cristiano Ronaldo al caer con la espalda sobre Javier Mascherano …
Lea el artículo completo en www.elmundo.es
