AMAN, 6 (Reuters/EP)
Al menos 21 manifestantes sirios han muerto este viernes en las nuevas protestas registradas en el país desafiando las fuertes medidas de seguridad decretadas por el Gobierno de Bashar al Assad y pese a que el Ministerio del Interior había pedido este jueves a los ciudadanos que no se manifestaran, según ha informado el activista de Derechos Humanos Ammar Qurabi.
«Hay seis muertos confirmados en Hama y 15 en Homs hasta ahora», ha indicado Qurabi, director de la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria, en declaraciones a Reuters por teléfono desde Egipto.
Según éste, los residentes de la ciudad costera de Banias temen que el Ejército, que se encuentra apostado a unos 4 kilómetros, pueda irrumpir en la localidad.
En Hama, un activista de los Derechos Humanos ha informado de que al menos seis manifestantes han sido abatidos por las fuerzas de seguridad durante una manifestación a favor de la democracia.
«Mataron a un manifestante cuando la manifestación comenzó en la plaza Orontes. Los participantes se volvieron a reunir en Al Hader y otros cinco manifestantes cayeron allí», ha precisado el activista, que pidió no ser identificado.
La ciudad de Hama es conocida porque durante el mandato del presidente Hafez al Assad, padre del actual mandatario, las fuerzas de seguridad sirias arrasaron la ciudad vieja en 1982 para aplastar un levantamiento encabezado por los Hermanos Musulmanes. La actuación se saldó con hasta 30.000 muertos.
En cuanto a Homs, las autoridades habían desplegado esta mañana los tanques. Aquí, según un activista de los Derechos Humanos, cinco manifestantes han muerto después de que las fuerzas de seguridad abrieran fuego contra una gran protesta.
«Cinco cuerpos han sido recogidos en la zona de Bab al Sibaa. Hay decenas de manifestantes heridos y sigue habiendo aún miles de personas que marchan pacíficamente en otras partes de Homs», había señalado esta fuente, en declaraciones previas a las realizadas por Qurabi.
Por su parte, la televisión estatal ha informado esta tarde de que un oficial del Ejército y cuatro policías han sido abatidos por una «banda criminal» en Homs este viernes.
Asimismo, también se han producido protestas en Damasco. «El pueblo quiere la caída del régimen», corearon unas 2.000 personas en el suburbio de Saqba, reclamando la liberación de los cientos de familiares arrestados por las fuerzas de seguridad en los últimos días, según un testigo.
También ha habido protestas en el distrito capitalino de Midan, en el suburbio de Daraya y en las localidades de Zabadani y Tel Kelekh, próximas a la frontera con Líbano. El activista Wissam Tarif ha asegurado que se ha empleado munición real en al menos cuatro protestas.
DETENIDOS
Por otra parte, la Policía secreta siria ha detenido al líder opositor y ex diputado Riad Seif en el transcurso de una manifestación cerca de la mezquita de Al Hasán, en el centro de Damasco, según informó su hija.
Además, ha arrestado también a Muaz al Jatib, un importante predicador musulmán de Damasco y una prominente figura en el movimiento a favor de la democracia, según han informado este viernes varios defensores de los Derechos Humanos.
«La Seguridad Política llamó al jeque Muaz a las 23.00 horas del jueves. Le pidieron educadamente que fuese allí cinco minutos. El les dijo que estaba enfermo, pero ellos insistieron, así que fue, y desde entonces no sabemos nada de él», ha declarado a la agencia Reuters un compañero de Jatib.
Jatib, director de la Sociedad de la Civilización Islámica, es considerado una figura religiosa progresista. Ha intentado convencer a los grupos minoritarios de Siria de que si el presidente, Bashar al Assad, es derrocado o dimite, se respetará la diversidad del país.
En otro orden de cosas, un diplomático occidental ha señalado que unas 7.000 personas han sido detenidas desde que comenzaron las protestas contra el Gobierno sirio el pasado 18 de marzo en Deraa, en el sur del país. Los grupos pro Derechos Humanos hablan de al menos 560 civiles abatidos por las fuerzas de seguridad.
