Lo normal es que un usuario de Twitter dé por supuesto que uno de los mejores canales para informarse de lo que sucede en la campaña electoral del 22-M, de lo trascendental a la nimiedad más absurda, pasa por la red de microbbloging. De hecho, el tuitero podría llegar a pensar, no sin razón, que los 140 caracteres de texto a los que limita la red social es el mejor instrumento para separar el trigo de la paja, el discurso de la idea …
Lea el artículo completo en www.publico.es