La candidata del PP a la Presidencia de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha advertido a los socialistas de que los «buenos gobiernos» y la «talla política» se demuestran en «épocas de dificultad», igual que una persona demuestra «lo mejor y lo peor» que lleva dentro en los «momentos de dificultad y de mayor tensión».
«Para lo fácil, con todos mis respetos, no hace falta ni Gobierno si quiera», ha señalado Cospedal en un mitin que en el Auditorio Municipal de San Clemente (Cuenca), para a continuación lamentar que los socialistas estén demostrando la talla y la altura que tienen, «que desde luego es una que no se merece Castilla-La Mancha».
En un auditorio «lleno» a las cuatro de la tarde que demuestra las «ganas» de cambio de San Clemente, la candidata ha aprovechado para denunciar que en la localidad hayan aparecido los carteles de la candidatura del PP con las bocas tapadas con esparadrapo, actitudes que recuerdan a épocas que «algunos critican».
«Por mucho que nos pongan papel en la boca nunca más van a callar ni a los conquenses, ni a los castellano-manchegos, ni a ninguno de nosotros porque en esta tierra se va a poder hablar en libertad cuando gobierne el PP», se ha comprometido.
«Es verdad que siempre nos han querido callar», ha afirmado Cospedal, que ha considerado que los socialistas se han ganado «los méritos para que los castellano-manchegos terminen con los 30 años de resignación socialista».
También ha arremetido contra los que creen que el hecho de llevar 30 años gobernando «da derecho a todo» y se creen que Castilla-La Mancha «es suya», palabras que le han llevado a recordar al candidato socialista, José María Barreda, que la región no tiene un único partido que la represente y que no es propiedad del PSOE.
Cospedal no ha querido irse de la localidad sin prometer a sus vecinos que si gana las elecciones en los dos primeros años se terminará el polígono industrial y dejar claro que nunca se ha recuperado una región y un país subiendo los impuestos y despilfarrando el dinero público, al tiempo que ha acusado al Gobierno regional de dar «cuando le parece bien» a los agricultores las subvenciones que proceden de Europa.
