Cuando Patrick Kluivert fichó por el Barcelona, en 1998, recorrió la sala de trofeos azulgrana y, sorprendido, preguntó por las Copas de Europa del club. Poco estudioso, el ariete holandés no podía creerse que una institución con tanto eco solo diera brillo a un trofeo. Y bien reciente, por cierto, porque el Barça había ganado la primera en 1992 …
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