En España, parece que los ingenieros se dedican a tonterías. Esa era la opinión que recientemente exponía en una conversación informal un diplomático latinoamericano que lleva cinco años en Madrid. «¿Cuántas veces piensan reformar la plaza de Colón?», bromeaba. «¿Por qué no ponen la estatua con las piernas abiertas y un túnel por debajo?» …
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