El Ministerio de Fomento pondrá en servicio este viernes el tramo Vilalba-Touzas (Lugo) de la Autovía del Cantábrico (A-8), integrado por un trazado de nueve kilómetros de longitud y en cuya construcción el Gobierno central invirtió 45,3 millones de euros.
Con la puesta en servicio de este tramo, la A-8 tendrá total continuidad entre las localidades de Baamonde y Abadín (41 kilómetros), lo que, según destaca Fomento en un comunicado, supone «una gran mejora funcional, de seguridad vial y de tiempos de recorrido».
Tras esta apertura, ya estarán en servicio 67,4 kilómetros de esta autovía, lo que supone casi el 80 pro ciento del trazado de la misma en Galicia. Las obras han sido cofinanciadas con fondos FEDER de la Unión Europea.
MUNICIPIO DE VILALBA
El tramo se sitúa en su totalidad en el término municipal de Vilalba. La obra completa la circunvalación de Vilalba y, en consecuencia, evitará la circulación del tráfico de largo recorrido a través de distintas travesías de la carretera N-634, de forma que permitirá suprimir las conexiones provisionales existentes entre esta carretera y la A-8 al principio y al final del tramo.
El trazado de sur a norte discurre paralelamente a la N-634. En su origen, en el enlace de Vilalba norte, entrarán en servicio los dos ramales en sentido norte, completando la operatividad del citado enlace, en el que conectan además la autovía autonómica AG-64 (Vilalba-Ferrol) y las carreteras autonómicas LU-861 (Vilalba- Guitiriz) y LU-118 de acceso al centro urbano.
En la parte central del tramo, se habilitará un enlace completo que conectará la A-8 con la N-634 en el núcleo rural de Goiriz. Se estima que, tras la puesta en servicio, puedan circular por este tramo más de 10.000 vehículos al día, ya que, al cerrarse el itinerario de la A-8 entre Baamonde y A Xesta, la captación de tráficos de largo y medio recorrido de la N-634 será casi total.
