LISBOA, 6 (Reuters/EP)
El primer ministro electo de Portugal, Pedro Passos Coelho, ha sostenido su «absoluto» compromiso con el rescate financiero suscrito con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que está cifrado en unos 78.000 millones de euros y que requerirá del impulso de medidas de austeridad.
«Portugal necesita crear una ola de confianza en sus mercados y creo que podemos sorprender e ir más allá del acuerdo» de rescate, ha declarado a Reuters el líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD). «Sabemos que ahora somos una carga para nuestros socios», ha continuado, «pero no pretendemos sobrecargar a nuestros compañeros (europeos) ni un día o dos más de lo necesario».
El futuro primer ministro ha asegurado que su intención es lograr un pacto de coalición con el partido conservador Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP) en «tiempo récord». «Estaré dispuesto a presentar al Gobierno en un tiempo récord», ya que «las negociaciones pueden celebrarse velozmente», ha apostillado.
Asimismo, Passos Coelho ha aseverado que depende del presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, que el nuevo Gobierno comience a trabajar más o menos rápidamente, si bien este lunes a última hora se reunirá con él.
TIEMPOS
El líder del partido de centroderecha ha incidido de forma reiterada en que Portugal debe respetar «los tiempos necesarios» en los asuntos «imperiosos», en alusión a las fechas límites para el «cumplimiento» de las condiciones que impone el rescate financiero de la UE y el FMI.
De hecho, en julio, el nuevo Ejecutivo tendrá menos de un mes para cumplir con las exigencias del memorando acordado entre el Gobierno portugués y la ‘troika’. Entre ellas, Passos Coelho deberá elaborar en este marco temporal una propuesta de alteración de los costes laborales que tiene el objetivo de reducir de forma «sustancial» la contribución de las empresas a la Seguridad Social, tendrá que encontrar un comprador para el nacionalizado Banco Portugués de Negocios (BPN) y presentar el plan de venta a Bruselas.
Además, deberá realizar un informe detallado del tejido empresarial del Estado con sus respectivos costes, así como redactar una propuesta con las reducciones específicas y techos de deuda a fijar para dichas compañías antes de 2012, y dar un impulso a los procesos judiciales estancados.
La medida más polémica en el horizonte será la reforma laboral. La ‘troika’ reclama la rebaja de las indemnizaciones por rescisión de nuevos contratos indefinidos de 30 a 10 días por año trabajado, con un límite máximo de doce meses. En los contratos temporales, la propuesta es reducir de 36 a 10 días en los contratos de hasta seis meses, y de 24 a 10 días las indemnizaciones de los contratos temporales de más de seis meses.
