La afición por las vacaciones exóticas de los príncipes herederos de Holanda, Guillermo y Máxima, provocó en 2010 un incidente político en toda regla desvelado ahora. La pareja mandó construir una villa en Machangulo, una playa del sur de Mozambique bañada por el Índico. El proyecto resultó polémico desde el principio …
Lea el artículo completo en www.elpais.es