El Juzgado de Instrucción número 1 de Girona ha dictado prisión provisional para Jesús M.D por presuntamente disparar y matar a un joven de Taialà, José Agustín G., en un bar de la localidad la noche del lunes, mientras que también ha enviado a prisión a otros tres de los implicados en los hechos, y ha dejado en libertad a los otro cuatro detenidos esta semana.
El principal acusado, identificado por varios testimonios que presenciaron los hechos, ha reconocido en su declaración haber efectuado los disparos que acabaron con la vida del joven de 25 años, conocido del barrio de toda la vida, y admite que disparó contra su hermano, aunque esquivó la bala.
En su declaración, explica que al llegar al bar, con unas ocho personas en la terraza, le empezaron a tirar botellas, sillas y mesas –«todo lo que pillaron»– a él y al ‘Nini’, y declara que dos acompañantes de la víctima portaban dos pistolas.
El acusado relata que sacó un rifle del maletero –habían aparcado justo delante el bar– y disparó tres disparos por miedo, según él, y sin pensar que podía darle a una persona.
Además, asegura que pensó que le había dado en un pierna y reitera que no disparó con intención de matar al fallecido ni a su hermano y ahora afirma que a día de hoy no hubiera disparado.
Tras los disparos, explica que huyeron a Sant Esteve de Llemena con el Nini, decidió esconder bien la escopeta «por miedo» y asegura que se enteraron de la muerte del joven por las noticias de la televisión.
Además, el acusado relata que ese día, antes de saber que irían a Taialà, estuvieron bebiendo y consumiendo cocaína.
Este viernes, el juez ha tomado declaración a los ocho presuntamente implicados con el tiroteo mortal, detenidos entre el martes y el miércoles.
En declaraciones a los medios, el letrado del autor material, Benet Salellas, ha reiterado esta mañana que el imputado, aunque dice que no era consciente que el chico hubiera muerto, ni tan solo que lo hubiera tocado, ya que la intención «no era matarlo» y sólo asustarlo.
Salellas ha detallado que su cliente disparó en el marco de un conflicto entre dos grupos de los barrios de Germans Sàbat y Pont Major, ya que la banda de Germans Sàbat había amenazado de muerte al hijo de su compañera sentimental, y disparó «con la voluntad de asustarlos» al intentar defenderse desesperadamente del lanzamiento de diferentes botellas, pero «no quería tocar a nadie».
El letrado también ha subrayado el intento de colaboración del detenido con la justicia, ya que indicó a la comitiva judicial dónde tiró el arma y que «está muy arrepentido».
