Rosalía Mera nació pobre cerca del Matadero en el barrio de Monte Alto, en A Coruña. Con un padre empleado de Fenosa y una madre que logró, a fuerza de tesón, regentar una carnicería, sin entender de pesos ni de números, Rosalía dejó la escuela a los 11 años para trabajar de costurera en la tienda de confección La Maja.
Así conoció a Amancio Ortega y con él llegaría la aventura de Zara, e Inditex. Se divorció en 1986 y emprendió carrera de empresaria en solitario. El resto es ya historia.
La revista Forbes situó en marzo de 2011 en segunda posición entre las mujeres más ricas del mundo, calculando su fortuna en unos 3.000 millones de euros.
¿Y apoya el Movimiento 15-M y a los indignados como para estar dispuesta a irse de acampaña a Sol o a donde haga falta?
Eso cuenta Lola Galán en El País —Rosalía Mera, indignada de lujo–:
«Fue una pregunta que le hicieron al final de una rueda de prensa, que era para presentar un proyecto», dice José Leyte, mano derecha de Mera en lo tocante a inversiones. Por eso desconfía de la prensa.
¿Se siente manipulada? Mera declinará responder a un cuestionario enviado por El País, alegando «que está fuera de España».
Pero su declaración de apoyo a los indignados no parece un desliz. Se confesó dispuesta a sumarse a las acampadas, y deploró «los niveles de corrupción [que tenemos] tan extendidos, de muchas maneras, y de muchos colores. Tenemos que plantarnos y decir: así, no».