Al encargado de la previsión meteorológica de Ferrari sólo le faltó predecir sol. En la vuelta 17 el augur de turno anunció que decrecía la lluvia, mandaron entrar a Fernando Alonso, le pusieron neumáticos intermedios (eficaces con poca agua, pero suicidas sobre charcos)… y comenzó a diluviar. Tanto, que el coche de seguridad apareció por tercera vez sobre la pista para contener el ímpetu de los participantes e impedir accidentes …
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