El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha pedido este miércoles que no se describa como manifestantes pacíficos a los «provocadores» y los «milicianos» que luchan contra el Gobierno sirio y ha afirmado que «ningún Estado toleraría intentos directos de rebelión».
«Lo principal es evitar presentar un panorama en el que las fuerzas de seguridad sirias, las Fuerzas Armadas, actúan exclusivamente contra manifestantes pacíficos», ha declarado Lavrov ante un grupo de periodistas en Astaná (Kazajistán), donde participa en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai.
A su juicio, entre los manifestantes sirios «hay muchos provocadores armados». «Creo que ningún Estado toleraría intentos directos de rebelión», ha añadido el ministro, citado por la agencia de noticias RIA Novosti. Lavrov ha señalado que las fuerzas de seguridad sirias han estado intentando «liberar» zonas residenciales que han sido tomadas por «un numeroso grupo de milicianos armados».
La organizaciones de Derechos Humanos sirias calculan que unas 1.300 personas han muerto y más de 10.000 han sido detenidas en Siria en relación con las protestas, que comenzaron a mediados de marzo con el objetivo de forzar el fin del régimen autoritario del presidente Bashar al Assad. Los periodistas extranjeros tienen prohibido entrar en el país, así que es complicado comprobar si esas cifras son reales.
Las autoridades sirias dicen que unos 300 policías y militares han fallecido en enfrentamientos con manifestantes. Al menos 120 de ellos perdieron la vida la semana pasada en la ciudad de Jisr al Shughour, en el norte del país, cuando unas «bandas terroristas desconocidas» tomaron la ciudad.
Miles de refugiados han cruzado la frontera para llegar a Turquía desde Jisr al Shughour, donde esta semana han entrado soldados aphan oyados por carros de combate que han detenido a decenas de personas y recuperado el control de la ciudad.
Lavrov ha reiterado la postura de Rusia al indicar que su Gobierno no dará su apoyo en el Consejo de Seguridad de la ONU a ninguna resolución que condene la situación de violencia en Siria. En este contexto, ha afirmado que Moscú insiste en que hay que poner en marcha las reformas prometidas por Al Assad y en que Gobierno y la oposición deben entablar un diálogo para resolver la crisis.
«Pedimos (…) que se apliquen las reformas anunciadas por el presidente Al Assad. Al mismo tiempo, las fuerzas que encabezan la oposición y quienes llevan a cabo ataques armados contra las fuerzas y los edificios gubernamentales deben responder al llamamiento al diálogo», ha manifestado.
El próximo 27 de junio, una delegación de activistas sirios defensores de los Derechos Humanos visitará Moscú para hablar con el enviado del presidente ruso a Africa, Mijail Margelov, de cómo se podría poner fin a la crisis política siria, según ha informado a RIA Novosti el director del Centro Sirio para Estudios Políticos y Estratégicos, una organización independiente con sede en Washington.
Según los medios de comunicación rusos, esta delegación ha sido invitada por organismos públicos rusos.
