De la cesta de la compra de Sonia Pinta, ecuatoriana de 37 años de edad, han desaparecido en los últimos dos años muchos tipos de carne y de pescados caros y, por supuesto, cualquier tipo de capricho como el queso, los refrescos o el chocolate. «Estoy en paro, lo único que tengo es el subsidio: 426 euros de ingresos al mes y los tengo que repartir como sea», cuenta Sonia, que tiene una hija de 4 años, en la que vuelca la mayor parte de su economía …
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