Nada es para siempre, incluso en el amor. Parejas y matrimonios que año tras año parecían estar enamorados como el primer día, y que su unión jamás se rompería, han demostrado que la flecha de Cupido puede desclavarse de sus corazones, o la media naranja perder su jugo … Todos recordamos amores que parecían perfectos o irrompibles, que incluso desataban nuestras envidias.
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