La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) ha aplaudido este lunes la liberación del activista chino Hu Jia, pero al mismo tiempo ha advertido de que «seguirá de cerca» su actual situación y las «presiones» a las que pueda ser sometido por parte del Gobierno del gigante asiático.
La liberación de Hu se produjo el domingo, pero su mujer, Zeng Jinyan, ha denunciado este lunes a la BBC que su marido está en una situación «equivalente a un arresto domiciliario» y que hay «una cantidad extraordinaria» de policías alrededor del edificio de Pekín donde viven.
En este sentido, RSF ha manifestado en un comunicado su «alivio» por la liberación de Hu, a quien el Parlamento Europeo concedió en 2008 el premio Sajarov a la libertad de conciencia. Sin embargo, la organización «mantiene su preocupación por las circunstancias en las que se ha producido, hasta dónde llega su libertad de expresión actualmente y las presiones a las que está sometido». RSF ha advertido de que «seguirá de cerca el tratamiento que reciba por parte de las autoridades».
Asimismo, RSF se hace eco de una entrevista concedida el domingo por el disidente a la cadena Cable TV y en la que éste «manifestaba su deseo de retomar su actividad política, pero siempre de forma cuidadosa, teniendo en cuenta las posibles represalias a su familia». «Me han dicho que viva mi vida normal sin chocar con el régimen porque este régimen es muy cruel y viola arbitrariamente la libertad de sus ciudadanos», explicó Hu.
