La UE aprueba la patente única comunitaria sin España e Italia

Los ministros de Industria de la UE han aprobado en una reunión extraordinaria, tras una década de negociaciones, la creación de una patente única europea que reducirá un 80% los costes para los innovadores y será válida en 25 Estados miembros, excluyendo a España e Italia.

Los dos países han decidido no participar por considerar que discrimina a sus lenguas respecto a francés, inglés y alemán, y han denunciado el acuerdo ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.

El pacto debe ser ahora ratificado por la Eurocámara, algo que podría suceder antes de que acabe el año, según Bruselas. Si se cumplen estos plazos, «la patente única en Europa será una realidad en los próximos dos años», ha dicho el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, en un comunicado.

«El nuevo sistema ayudará a las empresas europeas a atraer inversiones hacia sus actividades innovadoras al reducir y simplificar dramáticamente el procedimiento para obtener la protección de una patente», ha resaltado por su parte el ministro húngaro, Zoltán Cséfalvay, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE.

Madrid y Roma han venido bloqueando el acuerdo sobre la patente, que debía adoptarse por unanimidad, durante el último lustro. Pero para sortear este veto, el resto de Estados miembros lanzaron en marzo una ‘cooperación reforzada’ que les permite avanzar sin España e Italia.

Según el acuerdo cerrado este lunes, las solicitudes de la nueva patente única podrán presentarse en cualquier idioma, aunque se examinarán y concederán en inglés, francés y alemán. Si una empresa presenta una solicitud en un idioma diferente, se le devolverá el coste de la traducción.

Además, durante un período transitorio de doce años como máximo, deberán traducirse al inglés las patentes que se hayan concedido en francés o alemán. Las concedidas en inglés deberán traducirse a otra de las lenguas oficiales de la UE. Esas traducciones serán exigidas mientras no exista una traducción automática de alta calidad que garantice el carácter accesible de la información de la patente. Las traducciones suplementarias durante el período transitorio contribuirán directamente a la creación de traducciones automáticas de alta calidad.

Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, el coste de la patente única se reducirá de los actuales 32.000 euros que cuesta ahora para 27 países hasta 2.500 para 25 países en el periodo transitorio y 680 euros al final del proceso. Si la patente única se valida también en España e Italia, ello supondría un coste adicional de alrededor de 3.000 euros.

Las empresas españolas e italianas podrán utilizar la patente única comunitaria aunque sus respectivos países de origen no participen en la cooperación reforzada. Pero todavía queda pendiente de resolver uno de los pilares fundamentales del nuevo sistema, el mecanismo de resolución de litigios.

El Ejecutivo comunitario ha propuesto que los Estados miembros que participen en la cooperación reforzada creen un tribunal independiente con competencia exclusiva. El Tribunal de Justicia de la UE ya declaró ilegal una solución similar por considerar que le usurpaba indebidamente competencias y también a los tribunales nacionales.

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