Al menos siete personas han muerto y cinco se encuentran en paradero desconocido a causa de las lluvias torrenciales que han caído en la última semana sobre la provincia de Sichuan, ubicada el suroeste de China, según ha informado este miércoles el Centro de Control de Inundaciones.
La última víctima es un vecino del condado de Wangcang que murió aplastado por un muro mientras achicaba agua de su jardín. Horas antes, un estudiante de la ciudad de Guangyuan fue arrastrado por las aguas mientras se dirigía a la escuela. De momento, se desconoce su paradero.
Desde el pasado jueves, las precipitaciones no han dado tregua a los residentes en Sichuan, por lo que las autoridades han tenido que evacuar de forma preventiva a unos 27.600, que han sido trasladados a refugios seguros.
Además, el temporal ha provocado un alud que ha sepultado unos 400 metros de la autopista 213, una de las principales arterias de esta provincia. Los trabajos de reparación en la vía ya han comenzado, aunque se han visto retrasados por otros desprendimientos, ha informado el jefe de la Oficina de Tráfico, Gao Feng.
Las autoridades calculan que las pérdidas económicas causadas por las inundaciones y los aludes originados por las intensas lluvias ascenderán a 500 millones de yuanes (unos 53,5 millones de euros), según apunta la agencia de noticias Xinhua.
