El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, confirmó este miércoles que la capital española intentará por tercera vez consecutiva ser sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020, y se comprometió a que antes del 7 de septiembre de 2013, fecha en la que se elegirá en Buenos Aires a la ciudad ganadora, no se realizará ningún gasto de inversión en infraestructuras olímpicas.
Entre una gran expectación de medios de comunicación, Gallardón, acompañado por los portavoces de los grupos municipales del PP, Manuel Cobo, y del PSOE, Jaime Lissavetzky, leyó en Cibeles la proposición conjunta que ambos grupos llevarán al Pleno municipal del 20 de este mes para aprobar la presentación al Comité Olímpico Internacional (CIO), a través del Comité Olímpico Español (COE), de la candidatura para que Madrid organice los Juegos de 2020.
Allí mismo, Cobo y Lissavetzky firmaron la proposición, que por el momento no cuenta con el apoyo de los otros dos grupos municipales de la oposición (IU y UPyD). Sí cuenta con el respaldo, sin embargo, de la Comunidad de Madrid, según aseguró Gallardón, que dijo haber hablado con la presidenta Aguirre; y del Gobierno central y las instituciones gobernadas por el PSOE, indicó Lissavetzky. El regidor se mostró seguro también de que contará con el apoyo de la opinión pública en esta nueva batalla olímpica.
Gallardón indicó que, aunque «lo fácil», como han dicho algunos, habría sido no presentar la candidatura olímpica en una situación de crisis económica, «si no estuviéramos profundamente convencidos y pensásemos que tenemos muchas posibilidades, no nos hubiéramos presentado».
Tanto Gallardón como Lissavetzky reconocieron que en esta decisión ha pesado la elección de la ciudad coreana de Pyeongchang, en Asia, como sede de los Juegos de Invierno de 2018 (por la habitual rotación de continentes). Tras esta decisión, el alcalde cree que Madrid «tiene no sólo posibilidades, sino muchas probabilidades de conseguir» los Juegos de 2020.
Además, según Gallardón, Madrid tiene a su favor, tras las dos candidaturas anteriores, la perseverancia, algo que se ha valorado en la elección de Pyeongchang (que se presentaba por tercera vez); y el conocimiento de la realidad olímpica y de los cien miembros del CIO que tomarán la decisión. «Siempre hemos ido a mejor. Quedamos los terceros en 2012, los segundos en 2016 y tenemos fundadas razones para pensar que seremos los primeros en 2020», afirmó.
50% MENOS DE COSTE
El alcalde, que dijo haber recibido «el aliento de todo el mundo del deporte» para presentar esta tercera candidatura, explicó que la crisis no será ajena al proyecto olímpico, ya que «la austeridad» y la «eficiencia» serán los compromisos de la candidatura, una candidatura que, aunque no concretó cifras, tendrá un coste «al menos» un 50% inferior al de las dos anteriores. Además, intentarán que la iniciativa privada a través del patrocinio soporte el mayor gasto.
Señaló que no han querido quedarse en el «cortoplacismo» y decir que no a la oportunidad de albergar los Juegos de 2020 por la crisis, cerrando oportunidades de futuro, y se mostró seguro de que «en 2020 habremos superado la crisis y estaremos en disposición de organizar los mejores Juegos Olímpicos y Paralímpicos».
Además, Gallardón dijo que, como se ha comprobado en los intentos olímpicos anteriores, la candidatura tiene «un efecto retorno económico extraordinariamente positivo» para Madrid, además de la proyección internacional de la capital y de España y el efecto positivo en el turismo. Aseguró que «traerá no sólo éxitos para Madrid, sino para toda España», porque «serán los Juegos de toda España».
Para mitigar la preocupación de los madrileños por el efecto en el presupuesto público, el regidor se comprometió a que «antes de 2013 no se realizará ningún gasto en inversión en infraestructuras» relacionadas con el nuevo proyecto olímpico, de manera que «las inversiones sólo se harán si Madrid es elegida». Explicó que el 80% de las infraestructuras olímpicas ya están hechas y dijo que hay plazo para completar el 20% restante.
Gallardón señaló que en esta candidatura centrarán el trabajo y el esfuerzo olímpico en «convencer» a los cien miembros del CIO que deberán tomar la decisión en septiembre de 2013. Avanzó que el trabajo olímpico para conseguir los Juegos de 2020 será dirigido y protagonizado por los profesionales del deporte, y que los políticos lo que harán será apoyar su trabajo.
Gallardón agradeció profundamente el «ejercicio de responsabilidad» del Grupo Municipal Socialista al apoyar el proyecto, e invitó a IU y a UPyD a sumarse al mismo. Aseguró que la candidatura madrileña de 2020 se ve «notoriamente favorecida» porque Lissavetzky se haya incorporado a la misma.
LISSAVETZKY: NO HA SIDO FÁCIL
Lissavetzky reconoció que no ha sido fácil tomar la decisión, que dijo que ha sido «reflexiva» por el momento de crisis actual. Explicó que ha pesado, además de aspectos deportivos como la asignación a Pyeongchang de los Juegos de Invierno, el camino avanzado en infraestructuras, el reequilibrio territorial que supondrá para la ciudad y los compromisos de austeridad, eficiencia y trasparencia en el gasto en los que se basa.
Lissavetzky, que dijo que es una decisión compartida «con mi partido y las instituciones», aseguró que no ha tenido que ver con su condición de exsecretario de Estado para el Deporte, sino con su condición actual de portavoz del grupo municipal y con el objetivo de generar un movimiento económico importante para poder avanzar en la creación de puestos de trabajo. A su juicio, es «un tema de Estado que trasciende a Madrid».
Aseguró que «no podría dormir tranquilo si dijera no. Digo sí y convencido», apuntó Lissavetzky, para quien la candidatura de 2020 «es una gran oportunidad para Madrid y España; y si lo hacemos bien y con el menor coste, sería despreciar una oportunidad» no presentarla. Sin embargo, eludió pronunciarse sobre sus pálpitos o sensaciones esta vez, porque «yo lo que quiero son votos».
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular y vicealcalde, Manuel Cobo, afirmó que «Madrid inicia una aventura ilusionante» que supondrá, además, un elemento de reactivación de la economía madrileña.
